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Actividad Física
¿Cómo te sientes cuando te ves al espejo? ¿Qué puedes mejorar? Son preguntas que surgen cada vez que apreciamos nuestro aspecto físico; muchas veces podemos hallar factores causantes de ello en nuestra genética, hábitos, edad, entre otros; sin embargo la salud se construye todos los días y es el resultado de una serie de hábitos que se deben cultivar para que finalmente, una vez que lleguen
Hay tantas razones que las personas tienen para iniciar, sin embargo, la más común es que se ven en un punto que no les agrada su aspecto del todo o no se consideran lo suficientemente sanos; al punto que se obligan a crear alguna actividad física.
Ahora… ¿Qué tan difícil es comenzar? ¿Te has dicho que vas a empezar y a los dos o tres días lo dejas? ¿o se va la motivación para continuar? Por lo general, se llega a realizar tanto ejercicio constantemente que se convierte en un hábito que no se abandona con facilidad, y se tiende a volver tedioso, lo cual continua con una desmotivación y finalmente se transforma en costumbre. Para evitar que esto pase, puedes iniciar con rutinas pequeñas e ir aumentando en ritmo y cantidad conforme vayas avanzando. Es contraproducente realizar demasiado ejercicio si al día siguiente no podrás seguir por el cansancio muscular, es mejor constancia que cantidad.
los años difíciles y el desgaste comience en nuestro cuerpo, podamos estar preparados para enfrentarlo. Es acá donde surge el deseo de ejercitarse, porque al ejercitar nuestro cuerpo, también ejercitamos nuestra mente, junto el surgimiento de un sentimiento de claridad en nuestros pensamientos. Los beneficios en nuestro sistema se puede notar en el buen fluir de la sangre y en nuestros músculos activos, lo cual se puede percibir como un sentimiento de bienestar.
Es evidente que ejercitarse no es suficiente para alcanzar tus metas personales en cuanto al bienestar físico, sino que también la alimentación juega un papel esencial en ello. Normalmente se sugieren dietas estrictas para cambios efectivos, sin embargo, son muy difíciles de cumplir y resulta una mejor opción la reducción de porciones en los alimentos que consumes diariamente. No debes
torturarte con evitar alimentos a los cuales tu paladar ya está acostumbrado porque la tentación hará que abandones tus propósitos. Reduce porciones y cuando consideres que sea el momento adecuado, empieza a abandonar alimentos que no sean beneficiosos para conseguir tus metas.
Como ves, la búsqueda del bienestar físico siempre será un proceso lleno de obstáculos, pero con la motivación necesaria y estrategias adecuadas puede llegar a ser una aventura llena de experiencias que te ayuden a conocerte y saber de lo que eres capaz si te lo propones.
