El espíritu engloba nuestras creencias e ideales en los cuales encontramos la fuerza para salir adelante en las situaciones más difíciles. También corresponde al conocimiento de nosotros mismos y la comprensión de los distintos aspectos como los comportamientos, actitudes y sentimientos que conforman nuestra personalidad, y como consecuencia, entender nuestra propia existencia y propósito.

La mente es esencial para nuestro desarrollo integral, principalmente en la búsqueda del conocimiento. Corresponde a nuestras capacidades y procesos intelectuales, la formación de ideas y análisis de nuestro entorno. Sin ella seríamos incapaces de razonar y aprender, comunicarnos y recibir información.

​La dimensión del corazón corresponde a los valores y la forma en la que nos relacionamos con los demás. Desarrollar  empatía y sensibilidad ante las emociones del resto, es fundamental para tener una comunicación efectiva y armoniosa ante cualquier situación en la que nos veamos involucrados.

La dimensión cuerpo es la parte física de nuestro ser, nuestro organismo completo. Conocer el funcionamiento del cuerpo y sus necesidades, es importante para tener dominio total de él y explorar todo su potencial sin llegar a extremos que podrían afectar nuestra salud.